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La carpintería y la pintura sobre madera

Este oficio, que une dos actividades relacionadas, es uno de los más antiguos, de ahí su trascendencia cultural y económica. En orden de importancia, se sitúa en tercer lugar, tras la confección y la marroquinería.
La carpintería se he realizado en buena medida en estrecha relación con la tradición de la pintura sobre madera, aunque, obviamente, también existen trabajos de carpintería que no se decoran con pintura, sino con trabajos de talla o, más recientemente, con incrustaciones de cerámica o piedra.

No obstante, la tradición cultural más destacada es la de la pintura sobre madera. En Chauen todavía se continúa el trabajo de la madera pintada andalusí y morisca, siendo los artesanos magrebíes que más han incorporado las tradiciones directamente de los grandes maestros andalusíes. Aquí todavía se reproducen muchos de los motivos que encontramos en los repertorios decorativos y ornamentales del arte musulmán hispano.

La artesanía en madera de Chauen siempre ha estado concentrada en manos de familias, de entre las cuales las más célebres son las de Rahmouni, Dahbi, Mrini, Rhazouan, El Ghazwani, etc. Los conocimientos se han transmitido entre los varones de estas familias, de padres a hijos.

Carpintero con aprendiz

Cabe subrayar que la pintura y la carpintería de madera de los artesanos ha llegado a un grado de excelencia que los maestros chaueníes han sido llamados para enseñar en Tetuán y Fez, y han participado en trabajos importantes por todo Marruecos.

Las casas tradicionales de Chauen tienen su techos, incluidos los más rudimentarios de madera, pintados con motivos geométricos y vegetales, en colores vivos. Además se producen otros elementos y enseres: joyeros para las novias, pequeñas mesas, sillas, muebles de dormitorio, estanterías, bandejas para el cuscús, maletas de madera, marcos de ventanas, puertas, con toda clase de motivos ornamentales, tanto para el uso cotidiano como para otros usos especiales. Los motivos ornamentales se trabajan en tres estilos: el tradicional de Chauen, el magrebí y el andalusí, que se diferencian en los diferentes elementos empleados y sus combinaciones.

Las técnicas de trabajo son múltiples, aunque entre ellas destacan la técnica típicamente chauení, llamada Tastér (trazado), que se basa en el empleo de algunas formas geométricas y trazado de líneas que se cruzan entre si. Otra de estas técnicas es la denominada Tawriq (ramaje), que consiste en dibujar diferentes tipos de hojas sobre la madera. Lo más habitual es el empleo de ambas técnicas en la misma obra: Tawriq en el centro y Tastér en el margen o al revés. Los colores mas aplicados son el rojo, el azul y el blanco.

Aunque el carpintero en Chauen es un artesano que confía en el trabajo manual y piensa que la máquina es incapaz de sustituir su creatividad y su genio, si es cierto que en los último años se apoyan de herramientas eléctricas para cierto tipo de trabajos. No obstante, la pintura se hace siempre manualmente, a mano alzada con pinceles de distintos grosores. Sorprende la grande destreza y la rapidez en el trazo de manos tan experimentadas.

La pintura sobre mobiliario y enseres de madera es una actividad cuya continuidad no parece peligrar, ya que hay bastantes talleres y artesanos jóvenes dedicados a ella, trabajando algunos en cooperativa.

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